Alcohol: Amigo o Enemigo? Parte I



Durante siglos lo hemos utilizado con la idea de relajarnos y desestresarnos. Sin embargo, no hay ninguna evidencia de que esto funcione así. De hecho, todo lo contrario. Estudios actuales revelan que el consumo crónico de alcohol aumenta los niveles de cortisol y nuestra respuesta al estrés. Esto a su vez, no solo promueve la pérdida de músculo, sino que también favorece la acumulación de grasa. Además, cuando el alcohol llega a nuestra sangre, provoca un aumento repentino del azúcar en sangre, lo que a su vez libera insulina. Esta respuesta exagerada puede llevar a una hipoglucemia, lo que puede causar desmayos o un aumento del apetito. Asimismo, el alcohol impide la capacidad de tu cuerpo de utilizar su propia grasa como fuente de energía. Es importante que sepas que usar el alcohol como herramienta para relajarse puede ser una mala idea a largo plazo. Siendo consciente, podés tomar mejores decisiones a la hora de relajarte. Video completo: https://www.youtube.com/watch?v=8PaotvYTFMc&t=6s

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